El secretario de Desarrollo Sustentable, Marco del Prete, dio a conocer que en el estado de Querétaro prevalece la minería clandestina, actividad en la que están involucradas entre 400 y 600 personas, quienes extraen elementos en más de 200 minas que están en desuso, principalmente en las localidades de Peñamiller y San Joaquín.

Del Prete indicó que la prioridad no es sólo monitorear las minas, sino enfocarse en los mineros; por lo que el estado está trabajando en estrategias para ofrecer alternativas de desarrollo que permitan a estas personas abandonar la actividad minera clandestina.

Asimismo, para abordar esta problemática, se colabora con un fondo global ambiental avalado por la Organización de las Naciones Unidas para identificar oportunidades de desarrollo en actividades no relacionadas con la minería.

Del Prete explicó que la minería de mercurio, que se lleva a cabo de manera artesanal en Querétaro y otras regiones de México, presenta serios riesgos para la salud de los mineros. La falta de regulación y la operación clandestina de estas minas agravan la situación, ya que la extracción del mercurio, que a menudo involucra el uso de anafres o comales, puede contaminar los alimentos preparados en estos utensilios, poniendo en riesgo la salud de la comunidad.

"Queremos apoyar a los mineros para que encuentren opciones de trabajo que les permitan mejorar su calidad de vida sin los riesgos asociados con el mercurio. El proceso de minería, desde la excavación hasta la extracción, se realiza en condiciones deplorables y peligrosas", concluyó Del Prete.