El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, admitió este martes, ante la prensa, la participación de Washington en la incursión de las Fuerzas Armadas de Ucrania en la región rusa de Kursk, ataque que ha estado dirigido contra civiles desde el pasado 6 de agosto.
"Hemos mantenido un contacto directo y constante con los ucranianos", afirmó Biden durante una conferencia de prensa, sin ofrecer más detalles debido a que la operación sigue en curso. El mandatario calificó los resultados como un “dilema real” para el presidente de Rusia, Vladímir Putin.
Con base en informes de inteligencia, altos mandos militares rusos señalaron la participación de generales estadounidenses como los principales responsables detrás del "ataque terrorista contra Rusia".
Aptí Alaudínov, comandante de las fuerzas especiales rusas Ajma, confirmó a medios locales que la sede de la OTAN estuvo involucrada en la planificación de la operación, colaborando con mercenarios extranjeros pertenecientes a países aliados del bloque militar atlántico.
Alaudínov aseguró que, aunque la situación está bajo control, la respuesta rusa continúa con la expulsión de las tropas ucranianas, hasta el momento, han sido eliminados más de dos mil soldados. Además, advirtió que todo el armamento enemigo, incluidos los cazas F-16, será neutralizado.
Por su parte, Putin arremetió el lunes pasado contra los líderes de Kiev, acusándolos de cometer crímenes contra civiles rusos, rompiendo, así, los esfuerzos de negociaciones y obligando al “exterminio de los ucranianos”.