El 20.4 por ciento de jóvenes entre 15 y 24 años no estudia ni trabaja, así lo dio a conocer la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el informe de Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil 2024.

Datos de esta organización apuntaron que el 33 por ciento de las personas fuera del sistema educativo y laboral vive en países que se encuentran alejados de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), los cuales fueron diseñados para acabar con la pobreza, el hambre, el sida y la discriminación contra mujeres y niñas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2015.

Algunos de estos países son los Estados Árabes y africanos, en donde la situación de las mujeres jóvenes es “alarmante”, ya que duplican en número a los hombres en la misma situación.

Al respecto, el director general de la OIT, Gilbert F. Houngbo, declaró que “la creciente precarización del trabajo es una fuente de ansiedad entre los jóvenes que buscan avanzar hacia la independencia económica y las etapas siguientes de la vida adulta”.

Houngbo agregó que, debido a estos niveles crecientes de ansiedad, los jóvenes experimentan estrés debido a su situación económica y a las perspectivas de independencia financiera, lo que los “impulsa” a aceptar trabajos precarios e informales.

A lo anterior se le suma la existencia de un número limitado de puestos de trabajo que requieren habilidades cualitativas (no medibles) y blandas (competencias personales y sociales), que contribuye en la idea de que “la educación académica no garantiza una incorporación exitosa al mercado laboral”.

Finalmente, el director general de la OIT añadió que, es necesario implementar políticas efectivas en educación, empleo y de apoyo social para mejorar la integración al mercado laboral, así como garantizar la igualdad de oportunidades para la juventud global.