En su afán por “redimirse”, Travisconoce a la prostituta-niña y aparentemente llega a un trato para tener relaciones sexuales, pero ya en la habitación del hotel, Travis trata de convencerla de que abandone la prostitución y se reconcilie con su familia; pero la adolescente está atrapada en una red de proxenetas que la explotan, por lo que Travis, arriesgando su vida, enfrenta con éxito a la mafia; las escenas más intensas ocurren en esta parte de la historia. Libera de su cautiverio a la niña-prostituta. incluso llega a ser reconocido en la prensa como un héroe que arriesgó su vida; ella regresa con la familia y decide continuar sus estudios. Betsy sabe de esta heroicidad y busca a Travis, lo encuentra en el sitio de taxis donde trabaja éste. Taxi driver tuvo gran éxito comercial; ganó en uno de los más importantes festivales de cine en el mundo y contiene críticas sobre la forma en que gobierna la clase poderosa en Estados Unidos (EE. UU.). Visualmente es muy impactante, sobre todo en las escenas en que Travis enfrenta a la mafia.

Pero si en Taxi driver hay cierta crítica a los gobernantes de EE. UU., y muestra, de una u otra forma, que el entorno social provoca el desequilibrio de los seres humanos, como le ocurrió a Travis, en otras cintas que se han inspirado en el filme de Scorsese no ocurre lo mismo, como en Valiente.

Dirigida en 2007 por el director irlandés Neil Jordan, Valiente es una cinta que combina el cine de suspenso con el drama y cine de acción. Su trama, indudablemente, nos recuerda a Taxi Driver. El filme de Scorsese tuvo gran influencia en el cine de aquellos años posteriores a la derrota de EE. UU. en Vietnam. La trama de Valiente también se centra en la vida de un personaje “resentido” socialmente por haber sufrido la violencia en su forma más brutal. Erica Bain (Jodie Foster) es una conductora de radio que, junto con su novio, es atacada por una pandilla de maleantes que la dejan gravemente herida y en estado de coma, mientras su compañero muere a consecuencia de la paliza. Al recuperarse, Erica compra una pistola y comienza una serie de asesinatos de delincuentes, convirtiéndose en “vengadora anónima”; paralelamente, sigue transmitiendo sus entrevistas radiofónicas, centrándose temerariamente en los asesinatos, sin que nadie sospeche de ella. El policía Mercer (Terence Howard) intenta establecer la identidad de la asesina serial; es entrevistado por Erica, sin sospechar de ella. Finalmente, Mercer descubre a Erica, quien consigue liquidar a los asesinos de su novio gracias a que Mercer la encubre.

Travis, de Taxi Driver, es un personaje diferente a Erica; mientras en el primero el resentimiento y deseo de venganza va en contra del orden establecido –en la trama intenta asesinar a un candidato presidencial–, en contra del gobierno que mandó a cientos de miles de norteamericanos a una guerra injusta, la “heroína” de Valiente identifica como el causante de su tragedia social a los maleantes, confundiendo el efecto con la causa. Filmes como Valiente sirven de catarsis, es decir, de acto liberador de traumas y miedos de esos millones de ciudadanos mangoneados mentalmente; ciudadanos a los que les han hecho creer que los enemigos son los rusos, chinos, árabes, latinos, etc., cuando el verdadero enemigo del pueblo norteamericano es su propia clase gobernante.