Desde el inicio del sexenio del Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) la cantidad de tratamientos contra el cáncer financiados con recursos públicos ha disminuido drásticamente hasta llegar a cero en 2021; por el contrario, en instituciones privadas aumentaron un 98.5 por ciento.

Lo anterior fue revelado por la periodista Nayeli Roldán, de Animal Político, con base en cifras oficiales. De acuerdo con la investigación, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) sólo destinó el 10 por ciento de su presupuesto a atención médica en 2021; el restante 90 por ciento fue devuelto a la Tesorería. Asimismo, destacó el abandono de pacientes con enfermedades catastróficas y el deterioro del sistema de salud bajo la administración de AMLO.

De igual manera, la investigación refirió que el gobierno recortó el presupuesto para la atención de enfermedades catastróficas como el cáncer infantil, de mama y cérvico uterino, las cuales quedaron desatendidas “mientras que los recursos desaparecían sin explicación”, según los reportes oficiales del extinto organismo de salud.

La profesional de la comunicación insistió en que, a pesar de los altos presupuestos anunciados por el Jefe del Ejecutivo para las dependencias de salud, gran parte de los fondos no se gastaron y fueron devueltos a las arcas federales; lo cual sugiere que el gobierno utilizó el Insabi para desviar recursos, asignando miles de millones en presupuesto, dejando de alimentar el Fondo de Salud para el Bienestar (Fonsabi) y devolviendo el dinero no ejercido a la Secretaría de Hacienda, donde se le pierde la pista.

En su segundo informe de labores, el Insabi aceptó que había gastado 106 mil 515 millones de pesos del Fonsabi; sin embargo, 53 mil millones fueron devueltos a Hacienda, conforme a una modificación de la Ley de Salud.

“En 2021, sólo el 7.35 por ciento del gasto del Insabi se destinó a la subcuenta para la Atención de Enfermedades que Provocan Gastos Catastróficos. En contraste, el 90 por ciento del presupuesto del Insabi fue reintegrado a la Secretaría de Hacienda, sin transparencia sobre su uso posterior.

“Un año antes, en 2020, el gobierno tomó 32.5 mil millones del Fonsabi para gasto corriente del Insabi y 21 mil millones fueron regresados a la Tesorería. Mientras tanto, sólo 9.4 mil millones se utilizaron para realmente atender enfermedades. La reducción del financiamiento público para tratamientos contra el cáncer ha dejado a muchos pacientes sin la atención necesaria, mientras que los recursos no utilizados se desvían de manera opaca”, insistió la periodista.