Tras su descalabro poniendo en evidencia sus problemas de salud mental en el pasado debate con Donald Trump y perder el apoyo de líderes del Partido Demócrata, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, renunció este domingo a la reelección.
En una carta pública en X, el mandatario reconoció que “lo mejor para mi partido y para el país es que salga [de la carrera presidencial] y me centre en cumplir mis obligaciones como presidente”.
La salud mental de Biden fue factor de preocupación para los demócratas y donantes de su campaña. El expresidente estadounidense Barack Obama y la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi fueron los últimos políticos del partido en hablar con Biden para reconsiderar su candidatura.
En un mensaje a la nación, Biden reafirmó su decisión; además, respaldó a su vicepresidenta, Kamala Harris, para suplirlo y convertirse en la candidata oficial del Partido Demócrata.
“Hoy quiero ofrecer mi pleno apoyo y respaldo a Kamala para que sea la candidata de nuestro partido este año”, escribió en X.
Biden quería reelegirse como presidente de EE.UU. a sus 81 años; durante varias semanas negó abandonar sus aspiraciones. Las presiones de aliados y amigos y los malos números en encuestas que daban una nula victoria para los demócratas en noviembre obligaron a ceder al inquilino de la Casa Blanca.
Desde hace días, una ala de los demócratas comenzó a reunir fondos a favor de Harris ante la posible candidatura.
Bill y Hillary Clinton reaccionaron favorablemente a la decisión del presidente y respaldan la posible candidatura de Harris.
El candidato republicano Donald Trump reaccionó en su red Truth Social: “Biden no era apto para presentarse a la presidencia y, ciertamente, no es apto para desempeñar su cargo, y nunca lo fue”. Además, aseguró a CNN que será más fácil derrotar a Kamala Harris.