Comunidades agrarias de la Unión Hidalgo y de Chicapa de Castro, en el estado de Oaxaca, denunciaron, el pasado mes de abril, los daños ambientales y territoriales ocasionados por la rehabilitación de la línea K del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), a cargo de la Secretaría de Marina (Semar).

El tramo del también conocido Tren Interoceánico está afectando un aproximado de 20 hectáreas en las que se encuentran manglares, arroyos, humedales y más de 12 especies endémicas, así lo denunció el activista Carlos Manzo.

Asimismo, Manzo aseguró que la construcción y rehabilitación de esta vía del CIIT afecta tierras de uso común y que las autoridades no consultaron a las comunidades indígenas, las cuales se están viendo afectadas por los residuos de metales y aceites que elementos de la Semar han utilizado para la edificación.

Por otro lado, Óscar Marín, representante de comunidades de Unión Hidalgo, detalló que Semar omitió presentar la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) para la construcción y rehabilitación de obras para el CIIT, esto con el consentimiento de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Cabe recordar que la MIA es un documento indispensable para autorizar los permisos ambientales y permitir la construcción de obras.

“Descubrimos que no existe la MIA, algo ilegal, porque la única excepción posible es cuando hubo una Manifestación de Impacto Ambiental previa, en este caso no lo hay. Legalmente no era posible que se exentara”, declaró Marín.

A pesar de las afectaciones medioambientales, la virtual Presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, anunció la ampliación de los proyectos del Tren Maya y el Tren Interoceánico, para que conecte con otra de las obras emblemas de la 4T, Dos Bocas.