En Reino Unido aproximadamente 46 millones de británicos saldrán a las urnas para elegir a 650 integrantes de la Cámara de los Comunes del parlamento británico este jueves 4 de julio, después de que el primer ministro, Rishi Sunak, anunciara en mayo un adelanto de los comicios previstos para el otoño.
Los votantes elegirán a los próximos representantes de los 650 distritos electorales, de los cuales 533 corresponden a Inglaterra; 40 a Gales; 59 a Escocia, y 18 a Irlanda del Norte. El líder del partido que obtenga la mayor cantidad de legisladores en el congreso, se convertirá en primer ministro de la nación isleña.
En dichos comicios, los partidos deberán alcanzar al menos 326 escaños de ese órgano legislativo para alcanzar la mayoría. Según los pronósticos de las encuestas, se espera que el Partido Laborista, que lidera Keir Starmer, llegue al poder después de 14 años de gobiernos conservadores
En este contexto, Starmer declaró en un comunicado que "Reino Unido puede comenzar un nuevo capítulo (...)No podemos permitirnos cinco años más bajo los Conservadores. Pero el cambio sólo ocurrirá si votas por los Laboristas”.
Por su parte, el conservador Rishi Sunak, dijo que era momento de "votar por el partido conservador para detener la mayoría de los Laboristas", además, aseguró que, en caso de perder la elección, espera continuar como líder del partido a fin de asegurar una "transición ordenada".
A partir de las 22 horas, tiempo de Reino Unido, se conocerá el sondeo a pie de urna y el resultado de los conteos se irá desvelando en la madrugada del viernes.
De acuerdo con Creon Butler, responsable de economía global y finanzas en Chatham House, ambos partidos han discutido sobre diversas cuestiones, entre ellas, el impulso a la productividad y el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), por lo que "sus políticas no difieren demasiado".
Sin embargo, dijo que considera que la perspectiva de un gobierno laborista tras 14 años del mando conservador significa que podría producirse un cambio económico fundamental en Reino Unido.
Según Butler, el partido Laborista difiere fundamentalmente de los conservadores en tres áreas de política económica, principalmente del sector público, la regulación y la actitud hacia la Unión Europea (UE).
En la misma línea, explicó que los laboristas tienen menos "lastre" que los conservadores en lo que respecta a las relaciones con la eurozona y que, si bien no desean necesariamente reabrir las negociaciones, están dispuestos a desarrollar relaciones más cordiales y productivas,
Finalmente, señaló que, quien sea que ostente el cargo de primer ministro, deberá enfrentar el impacto a largo plazo de la salida de Reino Unido de la UE, toda vez que diversos estudios han demostrado que el PIB británico es de dos a tres por ciento inferior al que se habría registrado si no se hubiera producido el Brexit.