Luego de que el presidente municipal electo de Copala, Guerrero, Salvador Villalva Flores, fuera asesinado a balazos la madrugada del lunes, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, dijo que Villalva Flores, informó que en un oficio o a los encargados de su protección que no lo acompañaran y consideró los hechos como un “ajusticiamiento”.
El edil de Copala fue asesinado en la carretera federal Acapulco-Pinotepa Nacional en la madrugada de ayer lunes.
“Fue un ajusticiamiento, fueron directo a él, fue un camión de pasaje, pero bajaron a los pasajeros para hacer creer que era un robo y no, alguien vio en el teléfono la foto para identificarlo, lo asesinaron cobardemente ya estamos trabajando en la investigación, es un asunto local”, señaló.
En su conferencia matutina, López Obrador agregó: “tenía él protección, aunque no lo había solicitado, se decidió en la comandancia militar de Acapulco que se le diera protección, antes de salir pidió que no lo acompañaran, dejó el escrito, diciendo que iba a regresar, y que al regreso se iba a encontrar con los que lo estaban cuidando, es un exmarino y el interino también es un exmarino”.
Villalva Flores perteneció al partido México Avanza y en los comicios del pasado 2 de junio, considerados los más violentos en la historia, había sido elegido presidente municipal de Copala, en la región de la costa chica de Guerrero.
Salvador Villalba, era un capitán retirado de la Marina de México, viajaba en un autobús por la carretera federal Acapulco-Pinotepa Nacional cuando ocurrió el ataque, que también dejó una mujer herida.
Este homicidio político se suma al ocurrido el pasado 29 de mayo, el último día oficial de campañas, cuando asesinaron a José Alfredo Cabrera, candidato a la alcaldía de Coyuca de Benítez, en Guerrero, de la alianza opositora Fuerza y Corazón por México.