En la Zona Metropolitana del Valle de México, la desigualdad social y el prestigio de ciertas instituciones crean un “cuello de botella” en el acceso a los bachilleratos más deseados como son los de la UNAM y el IPN, limitando las oportunidades para muchos jóvenes, consideró el investigador del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (INIDE), Luis Antonio Mata Zúñiga.

“La solución no es sencilla, pero es fundamental trabajar en políticas que promuevan la igualdad de oportunidades y la calidad educativa en todos los planteles”, señaló.

Además, sostuvo que el primer año de bachillerato sigue siendo para los jóvenes, el periodo más crítico para el abandono escolar, donde también reveló que en los últimos años el número de mujeres que ingresan a ese nivel se incrementó, mientras que los hombres es el segmento que más lo abandona.

Durante su conferencia en la Universidad Iberoamericana titulada “¿Qué significa estudiar el bachillerato? Significados y sentidos en la relación jóvenes-estudiantes y escuela”, Mata Zúñiga, presentó un análisis detallado sobre los múltiples significados y obstáculos de estudiar el nivel de bachillerato en México.

Acompañado por la doctora Claudia Santizo, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el experto también destacó que la escuela es un espacio de vida juvenil donde se construyen las primeras relaciones afectivas, emocionales y sexuales significativas.

 “Los jóvenes no solo van a la escuela para aprender materias académicas, sino para vivir experiencias significativas, formar relaciones y adquirir un sentido de pertenencia,” subrayó.

El académico del INIDE también abordó el tema de la segmentación educativa y el prestigio institucional, problemáticas que, según Mata Zúñiga, generan desigualdades significativas en el acceso a la educación media superior.

 En cuanto a la metodología de la investigación, explicó que fue un proyecto coordinado desde 2013 hasta 2021, donde se incluyen datos de 5,806 encuestas y 77 entrevistas semiestructuradas con estudiantes, profesores, directivos y padres de familia; además, se realizaron 102 observaciones en campo.

Finalmente, también subrayó la importancia de la escuela como un espacio de inclusión y encuentro para la formación y participación política. En contextos de alta violencia y marginación, la escuela se convierte en un refugio seguro donde los jóvenes pueden desarrollar su identidad y adquirir nuevas responsabilidades.

Por su parte, la doctora Santizo complementó esta visión al hablar sobre la importancia de las políticas públicas que consideren la diversidad de experiencias y necesidades de los jóvenes estudiantes.

 “Es esencial que las políticas educativas sean integrales y tomen en cuenta la subjetividad de los jóvenes. No se trata solo de ofrecer becas, sino de crear programas que verdaderamente respondan a sus expectativas y contextos”, señaló. Además, enfatizó que el diseño de políticas debe considerar factores como la equidad de género, ya que las mujeres han mostrado una mayor permanencia y éxito escolar en comparación con los hombres.

Son las mujeres quienes concluyen el bachillerato, mientras que hombres lo abandonan

Datos del INEGI, señalan que hay 4.98 millones de estudiantes de educación media superior en México. Entre los ciclos 2020-2021 y 2022-2023, la matrícula femenina aumentó en un 2.2 por ciento, mientras que la masculina disminuyó en un 2.3 por ciento.

Las mujeres tienen una tasa de eficiencia terminal casi un 10 por ciento mayor que los hombres, mostrando una mayor permanencia y éxito escolar. Sin embargo, el primer año de bachillerato sigue siendo el periodo más crítico para el abandono escolar.

En los ciclos de la pandemia (2019-2020 y 2021-2022), la matrícula disminuyó un 5.5 por ciento, lo que equivale a que unos 283,582 jóvenes dejaron de asistir al bachillerato.