El sexenio presidencial prácticamente ha concluido; unos días más y se elegirá al sucesor; seguirá, como siempre, un periodo de transición y, finalmente, la entrega formal. Pero los mexicanos continuarán siendo testigos de la pobreza, desigualdad, corrupción, inseguridad y crimen, plagas que prometió desaparecer el gobierno saliente. Se añadirán a tareas de otros sexenios, otros gobiernos y quizás otro siglo. Nuevas promesas se añadirán a las de AMLO, por lo pronto, los mexicanos ya cuentan con la promesa de vivir “en el mejor país del mundo”, que proviene de la candidata del mismo partido del gobierno saliente.

Entre las tareas que heredará el sucesor de AMLO está lograr un sistema de salud de primer mundo, mejor que el de Dinamarca, que esta administración no entregó; era la meta para alcanzarse a principios de este año, aunque la fecha se fue corriendo y el último plazo que se fijó fue el mes de octubre.

En Dinamarca, el 90 por ciento de la población tiene cobertura en salud por parte del Estado y se destina el equivalente a más de 100 mil pesos por persona en su presupuesto para la salud de cada año; mientras que, en México, a fines de 2023, la población sin acceso a los servicios de salud ya alcanzaba el 40 por ciento (más de 50 millones no tenían servicio médico) y el gasto anual por persona en salud no llegaba (según los cálculos más benignos) a 20 mil pesos por persona. Eso es lo que nos dejará el gobierno de AMLO, situación que en dos semanas no puede cambiar para mejor y seguro empeorará, como sabremos en cuanto se actualicen las cifras.

No son muy útiles las comparaciones entre condiciones tan distintas, pero Dinamarca es el punto de comparación que eligió AMLO desde el principio para prometer una atención médica de primer mundo para todos los mexicanos.

Esta semana, nuestro Reporte Especial no sólo compara con Dinamarca el país que AMLO deja, también repasa los errores, los desórdenes de la política de salud durante todo el sexenio; además, recoge la opinión de organizaciones, nacionales y extranjeras, de gran prestigio y seriedad. Este “desbarajuste” –dice el Reporte–, basándose en análisis de expertos en el tema y en publicaciones recientes, comenzó en 2019 y no terminará todavía, porque la 4T aún gobernará durante varios meses más.

El lector encontrará el minucioso análisis de investigadores especializados en el presupuesto público y se dará cuenta de cómo los recursos destinados a atender la salud pública en México sufrieron una drástica reducción y fueron el blanco predilecto de la política de recortes, muchos de ellos disfrazados de subejercicios, característica de este gobierno morenista, que desvió el dinero etiquetado para este renglón en beneficio de otras secretarías de mayor interés para su proyecto político, que a su vez lo transfirieron a las obras y programas prioritarios de la 4T.