A estas alturas no queda duda de que el Gobierno Federal morenista fracasó en diversos rubros debido a que instrumentaron pésimas políticas públicas, entre las que se incluye, sin duda, la promoción del deporte profesional y amateur.

Esta falta de visión en el deporte nacional ha golpeado a los mexicanos y se ve reflejada incluso en los deportes más populares, por ejemplo, con los recientes fracasos de la Selección Mexicana de Futbol en distintas competencias, y en el hecho de que en la actualidad hasta las ligas estadounidenses de futbol son consideradas de mejor calidad que las mexicanas, algo insólito tomando en cuenta que en Estados Unidos no es un deporte tan popular ni tan practicado como en México.

Y lo mismo ocurre en otros deportes que convocan a grandes masas como el beisbol o el basquetbol, pues no hemos podido destacar en las competencias internacionales y cada vez son utilizadas como mero espectáculo de entretenimiento, una mercancía más, que a su vez sirve para acrecentar las ventas de productos de muchas grandes empresas.

La situación de abandono del deporte nacional está llegando a niveles verdaderamente alarmantes y no afecta sólo al deporte popular, totalmente abandonado por la 4T, sino también a la delegación de deportistas que nos representarán en los Juegos Olímpicos París 2024, que tendrán lugar del 26 de julio y hasta el 11 de agosto.

En la actualidad, los deportistas mexicanos clasificados a la Olimpiada enfrentan el problema de reunir fondos para costear los gastos que implican ir a una competencia y no están enfocados en su entrenamiento, en mejorar su rendimiento deportivo, que es indispensable para ganar alguna de las preciadas medallas.

En el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2024, la Conade, el organismo rector del deporte en el país, apenas cuenta con dos mil 637 millones 309 mil 767 pesos para cubrir sus programas, pagar su nómina y el funcionamiento ordinario y, además, atender a la delegación mexicana que acudirá a París, mencionó Adrián Basilio en el portal de noticias La cancha.

En el actual ejercicio fiscal apenas hubo un aumento de 124 millones de pesos mayor respecto a los dos mil 514 millones 290 pesos que ejerció la dependencia en 2023. A pesar de ello, hace algunos días la titular de la Conade, Ana Guevara, dijo que no solicitaría más recursos pese a ser año Olímpico; una verdadera irresponsabilidad que hasta los mismos morenistas reconocen, por ejemplo, el diputado federal, Rommel Pacheco, exclavadista olímpico, integrante de la Comisión del Deporte de la Cámara de Diputados, aseveró que el monto es insuficiente y que existe corrupción en la Conade.

Si realizamos una pequeña comparación con respecto al presupuesto que la Conade obtenía en sexenios pasados podremos darnos cuenta de que el gobierno de la 4T se burla de los deportistas con este presupuesto.

“En los Juegos Olímpicos Londres 2012, la Conade ejerció un presupuesto equivalente a cinco mil 512 millones 892 mil 900 pesos, señala el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), una diferencia de dos mil 875 millones, 583 mil 900 pesos que no recibirán los deportistas olímpicos mexicanos este año.

El abandono gubernamental será, sin duda, un freno objetivo para nuestros deportistas, que muy difícilmente rebasarán el lugar 84 de la tabla general del medallero olímpico, que fue el que México obtuvo en los Juegos Olímpicos Tokio 2020. Algo muy triste, tomando en cuenta el gran esfuerzo y sacrificio realizado por nuestros representantes.

Esta situación es grave y se suma a la falta de inversión en unidades deportivas, becas a entrenadores y deportistas, material e implementos, así como apoyo al deporte amateur y escolar para acudir a competencias nacionales e internacionales. Por lo que podemos concluir que el deporte atraviesa una fase de desmantelamiento por el gobierno actual.

Los mexicanos debemos exigir que se respete el espíritu del último párrafo del artículo 4º constitucional, que establece a la actividad deportiva y la cultura física como derechos universales y como obligación del Estado garantizar que el pueblo pueda disfrutarlos.

Pero eso no se va a lograr si no nos organizamos y luchamos por un verdadero proyecto de nación que beneficie a la gran mayoría de la gente, que tenga como objetivo devolverle al pueblo los derechos sociales que le han ido arrebatando, tales como el deporte mismo.