“La ruta migratoria a través de México, especialmente en la Frontera Sur, se ha convertido en un camino peligroso y amenazante para los centroamericanos que buscan llegar a los Estados Unidos en busca de seguridad y oportunidades”, denunció la organización civil Programa de Género y Migración de FOCA.

De acuerdo con la organización civil, en el territorio mexicano, principalmente en el estado de Chiapas, cientos de migrantes son víctimas de extorsiones, abusos de autoridad, violaciones y maltratos. Asimismo, señala que son los carteles mexicanos quienes se aprovechan de la falta de una política migratoria clara para obligar a los migrantes a pagar "derecho de piso" y transitar por las vías de comunicación.

Los defensores de derechos humanos y miembros de la iglesia Católica que participan como acompañantes a la caravana denominada el “Viacrucis del Migrante” que salió de Tapachula, detallaron que fueron interceptados por hombres armados, presuntamente integrantes del crimen organizado, quienes los amenazaron mientras caminaban por la carretera costera de Chiapas en la comunidad de Gustavo López.

“Estos incidentes ponen en peligro la seguridad y la integridad de los migrantes, especialmente de mujeres y niños, quienes quedan expuestos al crimen organizado y a la discriminación por parte de algunos mexicanos”, comentó el director del Centro de Dignificación Humana (CDH), Luis Rey García Villagrán.

Agregó que, a pesar de los riesgos, el “Viacrucis del Migrante” continúa su marcha y se siguen adhiriendo más participantes en el camino hacia el municipio de Tonalá. Asimismo, García Villagrán hizo un llamado a la comunidad internacional y al Estado mexicano para brindar atención y protección a los migrantes, quienes enfrentan condiciones precarias durante su travesía.

Finalmente, resaltó que la estafa y los elevados costos impuestos por los transportistas, así como los riesgos de secuestros, violaciones y extorsiones, son preocupaciones constantes para los migrantes. Estos enfrentan tarifas exorbitantes y se ven obligados a pagar cuotas adicionales al crimen organizado. Todo esto ocurre en un contexto de falta de atención por parte de las autoridades correspondientes, lo que deja a los migrantes en situación de vulnerabilidad y susceptibles al reclutamiento por parte de grupos criminales.