Ante las constantes faltas de asistencia y retardos de los diputados locales, el legislador del PRI,  Fausto Zamorano Esparza propuso este viernes, reformas al Reglamento del Congreso de la Ciudad de México para que cualquier congresista sea relevado y llamado a su suplente, si acumula cinco retardos injustificados durante un mismo periodo de sesiones.
Para ello, Zamorano Esparza promueve y propone una Iniciativa de Ley que busca reformar los artículos 63 y 70 del Reglamento del Congreso capitalino, en materia de puntualidad.
Explicó que el diputado que no haya registrado su asistencia una vez pasados los 15 minutos de tolerancia, después que se cierre el sistema electrónico de registro, se le compute como un retardo, aunque se incorpore posteriormente a sus labores.
En caso de acumular cinco retardos injustificados en un mismo período de sesiones, se procederá a suplir a la o el diputado, llamando al suplente para que tome posesión.
El proyecto mantiene las causas por las que los legisladores pueden justificar su ausencia a alguna sesión, entre los que se establecen temas de salud, causas de fuerza mayor, encargos oficiales e inclusive cuidados de la familia.
También se mantiene la disposición de que el diputado será sustituido cuando no se presente a cinco días de sesiones en un mismo período, sin causa justificada o sin previa licencia del Presidente de la Mesa Directiva.
En su argumentación, Zamorano Esparza señaló que cuando los legisladores llegan tarde a las sesiones, se pueden posponer debates cruciales, votaciones importantes y la aprobación de leyes, lo que afecta la continuidad y la eficacia del proceso legislativo.
Además, señala, la puntualidad tiene un impacto en la credibilidad y la imagen institucional del Congreso, ante la opinión pública. “La falta de puntualidad puede percibirse como falta de compromiso con el cargo, y es una falta de respeto hacia los colegas que sí son puntuales y al proceso legislativo en general”.
El también expresidente de la Mesa Directiva durante el segundo año de la actual legislatura señaló que la impuntualidad de varios legisladores ha frenado, obstaculizado y retrasado los trabajos legislativos, lo que afecta negativamente la capacidad del Congreso para cumplir con su función de manera efectiva. 
Recordó que, en cualquier otro ámbito laboral, los retrasos o inasistencias suelen ser sancionados, ya que afectan la productividad y el cumplimiento de los objetivos establecidos por las instituciones o empresas. Los legisladores, como empleados del pueblo, no deberían ser la excepción. Los ciudadanos merecen un Congreso que trabaje de manera diligente y funcional.