Los partidos de oposición valoran la necesidad de implementar una reforma fiscal de manera gradual, redistributiva y progresiva, mientras que la candidata oficialista, Claudia Sheinbaum, consideró innecesaria una modificación hacendaria pese a las advertencias de analistas sobre la fragilidad de las finanzas públicas mexicanas, así lo expusieron los asesores financieros de los candidatos a la presidencia de México en un podcast de Banorte.

En el programa, Enrique de la Madrid, exsecretario de Turismo y asesor financiero de la candidata  Xóchitl Gálvez  de  la coalición PRI-PAN-PRD, dijo que  se debe aumentar la base tributaria, optar por un gasto público inteligente y un mayor dinamismo económico antes de reformar el fisco.

“Necesitamos tener finanzas públicas sanas para que no se vuelvan un problema en sí mismas. Pero me parece que cuando menos hay algunas vertientes. La primera: una economía que crezca mucho. Si tú tienes una economía que genera empleos y empresas, se van a percibir utilidades y van a pagar impuestos”, agregó.

En torno al aumento de la base tributaria, dijo que no es necesaria una modificación hacendaria, pues para eso la ciudadanía "debería de percibir un mayor y mejor gasto en rubros como educación, seguridad y salud".

Por su parte, Aura Eréndira Martínez, asesora económica del candidato Jorge Álvarez Máynez de Movimiento Ciudadano, consideró necesaria una reforma, siempre y cuando sea gradual, redistributiva y progresiva, “ya que hoy en día no es un secreto que hay mucho desperdicio en rubros que no son prioritarios.

“El proyecto de Jorge ha mencionado algunos impuestos específicos,   como distintos  tipos de impuestos al tabaco o  impuestos verdes. Sabemos que es necesario implementar medidas y sanciones más estrictas para evitar la evasión fiscal que existe, eso es innegable”, agregó  Eréndira Martínez.

En cuanto a la posición de la morenista Claudia Sheinbaum, su asesora económica, Altagracia Gómez Sierra, dijo que, en caso de ganar la elección presidencial a celebrarse en junio, no impulsará una reforma fiscal pese a las advertencias de analistas sobre la vulnerabilidad de las finanzas públicas mexicanas debido al aumento del déficit en las arcas gubernamentales y la disminución de fondos de estabilización.