El veneno de un ciempiés es potencialmente médico, ya que puede emplearse como un calmante para dolores y un eficaz antiinflamatorio, en especial algunas especies encontradas en México, informó el investigador del Centro Universitario de la Costa (CUCosta), Fabio Germán Cúpul Magaña.
Señaló que en especial un aproximado de 20 especies de ciempiés identificadas, catalogadas y estudiadas en la Reserva de la Biósfera Chamela-Cuixmala, en Jalisco, podrían ser clave en el desarrollo de nuevos tratamientos médicos.
Destacó que este proyecto se realiza en colaboración con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Autónoma del Estado de Morelos; asimismo, cuenta con el respaldo de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), además, incluye visitas a museos y colecciones en Europa y Estados Unidos.
Manifestó que “la investigación destaca no sólo por su enfoque en la conservación de la biodiversidad, sino también por su potencial impacto en la medicina. Estudios adicionales indican que el veneno del ciempiés podría ofrecer una alternativa a la morfina, evitando los efectos secundarios y la dependencia asociada con los opiáceos”.
Agregó que los científicos van a realizar pruebas de dichos compuestos en modelos animales más cercanos a los seres humanos, para que en los próximos años ya cuenten con avances en torno a los ensayos clínicos “pretendemos desarrollar medicamentos que bloqueen selectivamente la transmisión del dolor sin afectar otras funciones nerviosas, una característica que podría revolucionar el tratamiento del dolor crónico”.
Finalmente, indicó la importancia de preservar y estudiar la biodiversidad de México, ya que es “una fuente invaluable de compuestos para el desarrollo de nuevos medicamentos… que pueden ayudar a pacientes en todo el mundo”.