El informe “Ganancias anuales del trabajo forzoso, 2024”, emitido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), revela un aumento de 37 por ciento de la población sometida a condiciones de esclavitud moderna en la última década.
La estimación de la OIT sitúa en más de 20 millones el número de personas en todo el mundo atrapadas en trabajos forzosos, situación que constituye una grave violación de los derechos humanos.
De acuerdo con los datos de la OIT, el 86 por ciento de los trabajos forzados ocurren en el sector privado, generando ganancias ilegales que superan los 236 mil millones de dólares anuales; principalmente en Europa y Asia Central; así como Asia Pacífico, regiones donde seis de cada 10 dólares se producen a través de la esclavitud moderna.
Cabe destacar que, según la OIT, que, de los 236 mil millones de dólares generados como ganancias ilegales, el 35.6 por ciento se producen en Europa y Asia Central; 26.4 por ciento en Asía Pacífico; 22.1 por ciento en América; 8.3 por ciento en África y 7.6 por ciento en países árabes.
Finalmente, el informe destaca que el trabajo forzoso implica la realización de labores de manera involuntaria y bajo la amenaza de cualquier forma de castigo. Este fenómeno afecta de manera desproporcionada a grupos vulnerables como mujeres, niños y migrantes, quienes están especialmente expuestos a ser víctimas de esta forma de explotación.