Durante 2023, siete de cada 10 personas empleadas en trabajo doméstico remunerado no recibieron ningún tipo de prestación laboral, al mismo tiempo que dos de cada tres percibió ingresos de hasta un salario mínimo y casi la totalidad de los encuestados laboró de manera informal, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El informe de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) estimó que el 97.1 por ciento de las personas ocupadas en el sector lo hacen sin un contrato por escrito y sólo el 2.5 por ciento cuenta con uno; evidenciando la falta de protección y estabilidad en el área.

Además, el informe destaca la precariedad en los ingresos con el 67.8 por ciento de las trabajadoras del hogar ganando un salario mínimo, mientras que apenas un 2.2 por ciento logró superar el equivalente a dos veces la remuneración base. Es importante señalar la disparidad de género en este aspecto, pues se encontró que el 70.4 por ciento de las mujeres percibe salarios más bajos en comparación con un 43.5 por ciento de los hombres.

Asimismo, concluyó que el 37.9 por ciento de las mujeres desempeñadas en esta actividad lo hacen de 15 a 34 horas por semana, mientras que el 45.4 por ciento de los hombres encuestados laboró más de 48 horas semanales.

Cabe destacar que en México existen alrededor de 2.5 millones de personas de 15 años o más ocupadas en el trabajo doméstico remunerado; traduciéndose en el 4.2 por ciento del total de personas empleadas en el país.