Debido a la decisión del gobierno de la “Cuarta Transformación” (4T), de recortar presupuesto al sector de la ciencia, el Gran Telescopio Milimétrico (GTM) corre peligro de dejar de funcionar a partir del primero de septiembre.

Ubicado en la cima del volcán Sierra Negra, Puebla, este instrumento es fundamental para comprender el origen y evolución del universo porque es capaz de captar señales tan pequeñas, en forma de radiación, como para pasar inadvertidas por otros telescopios. Éstas podrían ser el eco de hechos que habrían ocurrido hace miles de millones de años.

En ese sentido, y en contra de su abandono, más de 500 investigadores de diversos países se han manifestado y han exigido al Gobierno de la 4T, que preside Andrés Manuel López Obrador, no dejar de financiar el GTM, ya que se considera único en este planeta y básico para explorar las regiones más lejanas del universo.

“Es una tristeza y una aberración que cuando la ciencia está creciendo a pasos agigantados, hacia adelante, nuestro país haga todo lo contrario, como cangrejos hacia atrás, cuantos años más nos seguiremos atrasando. País que no desarrolla ciencia y tecnología está condenado al ostracismo y estancamiento”, señaló José Antonio Cassani Galindo, del IPN.

Los científicos e investigadores que se han sumado a esta petición de proteger al GTM pertenecen a universidades e institutos de la UNAM, el Instituto Politécnico Nacional, el Tecnológico de Monterrey, las universidades autónomas de Puebla, Baja California, Hidalgo, Sinaloa, Morelos, Querétaro, Guadalajara, Tlaxcala, Estado de México, Veracruz y Zacatecas; así también decenas de científicos de centros de investigación e instituciones de Alemania, Japón, Estados Unidos, España y Nueva Zelanda, como el Instituto de Astrofísica de Canarias, el Observatorio Nacional de Japón, las universidades de Massachusetts, Arizona, Wisconsin, Canterbury, Sevilla, Autónoma de Madrid, Cantabria, Valladolid, Complutense, y el University College London, por mencionar algunos.