Analistas de organizaciones civiles especializadas se han ocupado del tema que esta semana trata el Reporte Especial de buzos: el empleo de las Fuerzas Armadas en actividades del orden civil asignadas por el Poder Ejecutivo Federal, actividades que alejan a elementos de estas corporaciones de las funciones que regular y legalmente les corresponde realizar. Los analistas consultados han publicado y difundido sus trabajos prácticamente desde el inicio del gobierno de la “Cuarta Transformación” (4T) hasta hace unas cuantas semanas y opinan acerca de importantes aspectos del fenómeno al que algunos denominan “la militarización de la vida pública en México”.

Su análisis, basado en datos y cifras concretos, muestra cómo ha crecido la participación de las Fuerzas Armadas desde 2019 hasta el presente en actividades propias de la atención y responsabilidad de los gobiernos Federal, estatales y municipales; y caracteriza el aumento del poderío económico y político de las Fuerzas Armadas como una violación a la Carta Magna y un peligro para las libertades individuales, los derechos civiles y la vida democrática del país.

El amplio abanico de las actividades militares va desde la construcción de las grandes obras del sexenio, pasando por la operación y administración de empresas estatales (por ejemplo, Mexicana de Aviación), hasta la coordinación de programas sociales, distribución de medicamentos y libros de texto, etc.; es decir, interviene en el funcionamiento de diversas Secretarías de Estado, de estricta responsabilidad oficial, pero al mismo tiempo de carácter civil, como las de Educación, Salud y del Bienestar, tema discutido y criticado por su relación con el aspecto electoral.

Los analistas mencionan los antecedentes del fenómeno, la participación militar en actividades civiles en sexenios anteriores y su acelerado crecimiento hasta nuestros días; revisan la ley respecto a las atribuciones de las Fuerzas Armadas y también hablan de cómo se ha incrementado el poder económico y político de éstas debido a la creciente asignación de recursos que la 4T les ha concedido y que sigue en aumento.

Finalmente, analistas advierten los graves riesgos que existen en este proceso de militarización, hasta el grado de recordar que, en los gobiernos autocráticos de todo el mundo, detrás del dictador se hallan el ejército y las fuerzas armadas en general; que ésta es una característica inseparable de tales regímenes: la fuerza militar respalda y obedece leal e incondicionalmente al autócrata. El aumento del poderío militar puede derivar en un gobierno totalitario.