La Organización Internacional del Trabajo (OIT) asegura, en su análisis titulado "Cerrar la brecha de género para impulsar la economía y la productividad en América Latina", que la violencia y discriminación contra mujeres generan un impacto significativo en la productividad laboral.
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el costo económico de la violencia hacia las mujeres representa un dos por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) global, subrayando así el impacto económico negativo de la desigualdad de género.
Ante esta problemática y, para promover un crecimiento productivo con una sociedad más inclusiva, la OIT destacó la importancia de reducir las brechas de género en la educación y en el mercado laboral.
De acuerdo con el informe, las mujeres en la región dedican más tiempo que los hombres a las labores en el hogar y de cuidado, lo que tiene un valor económico sustancial. Por ejemplo, en México, este trabajo representa el 24.3 por ciento del PIB nacional, específicamente las féminas contribuyen con el 72 por ciento de este valor.
Es por ello que la OIT sugirió a los gobiernos y empresas en América Latina que promuevan un acceso equitativo a servicios de cuidado para mujeres y hombres; así como reformas legislativas para facilitar la entrada de las mujeres al trabajo remunerado y programas que permitan el desarrollo de habilidades.
Por último, urgió la necesidad de combatir la violencia feminicida y transfeminicida; toda vez que, en México, ejemplificó: durante el 2023, se cometieron 832 feminicidios, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).