En su más reciente decisión de gestión monetaria, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), anunció que mantendrá las tasas de interés sin cambios por cuarto trimestre consecutivo; es decir, permanecerá en un rango de 5.25 a 5.5 por ciento, el más alto en los últimos 22 años; traduciéndose en una política monetaria restrictiva (hawkish).

Los funcionarios del banco central justificaron esta decisión al afirmar que la inflación aún no ha alcanzado el objetivo del dos por ciento; en consecuencia, consideraron necesario mantener las tasas de interés en niveles elevados para contrarrestar un alza de precios, al tiempo que mantuvieron el pronóstico de tres recortes para 2024.

Con respecto a las proyecciones inflacionarias, aumentaron la expectativa de inflación subyacente, que no incluye los precios de productos volátiles como hidrocarburos o alimentos (commodities) de 2.4 a 2.6 por ciento.

 

Mercado de valores reacciona ante decisión de la Fed

Los bonos cayeron y las acciones ascendieron en Wall Street después de que la Fed mantuviera su pronóstico de tres recortes de tasas en 2024, aliviando así la preocupación sobre una demora en revertir la elevada tasación.

Las acciones están en camino hacia otro máximo histórico debido a la especulación de que la flexibilización de las políticas fortalecerá las perspectivas para las empresas estadounidenses, mientras que un repunte de los Bonos del Tesoro redujo la ola de ventas este año, impulsada por la preocupación de que las tasas permanezcan altas por más tiempo.

El Standard & Poor’s 500, principal índice bursátil de EE. UU., superó los cinco mil 180 puntos, mientras que los rendimientos de los Bonos del Tesoro a dos años cayeron cuatro puntos base hasta el 4.64 por ciento.