En contra de la falta de alimentos en los comedores comunitarios en Argentina, como parte de las políticas impuestas por el presidente ultraderechista Javier Milei, diversos movimientos populares y organizaciones se manifestaron con consignas como “el hambre es el límite”, en las principales calles de esa nación.

Hoy, la población argentina se enfrenta a un incremento a las tarifas de los servicios públicos debido a que el Estado quitó los subsidios; a un incremento de 40 puntos porcentuales en los precios de los medicamentos, lo que provocó que muchos argentinos portadores de enfermedades crónicas abandonaran sus tratamientos. Ya no hay obras públicas y el peso se devaluó en más de 50%.

“Jornada de lucha en todo el país frente a la falta absoluta de respuesta del gobierno ante la emergencia alimentaria y el ajuste a la economía popular. Intentamos todos los canales posibles para dar solución a temas urgentes y la única respuesta que tenemos es la represión”, se lee en un tweet de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular.

 

 

La demanda principal es que el gobierno de Milei regrese los alimentos a los comedores populares, por lo que los protestantes declararon jornada de lucha masiva. En este sentido, bloquearon la entrada principal a la capital argentina, la Autopista la Plata, Buenos Aires. También denuncian el abandono hacia las personas con discapacidad y a las infancias. Las protestas fueron reprimidas y se profundizaron el Puente Pueyrredón, en la localidad de Avellaneda.

 

 

Esta es la respuesta que la población argentina le está dando al gobierno de Javier Milei, que ha puesto en estado de emergencia alimentaria a los argentinos, de los cuales, el 60% se encuentra en pobreza, mientras que la pobreza infantil podría crecer hasta un 70%, y la pobreza extrema subiría a 34.4%, de acuerdo con la UNICEF.