“Nuestras familias necesitan agua, Gobierno de la CDMX debe garantizar su abasto”, “no pagaremos los recibos si no tenemos agua”, “el agua es nuestro derecho”, “sin agua no hay vida”, son algunas de las consignas que miles de mexicanos del norte, centro y sureste del país han hecho en los últimos días a través de manifestaciones y cadenas humanas en denuncia por la falta de agua en sus colonias, varias de ellas sin el vital líquido desde hace meses.
En el caso del sureste, doña Antonia Méndez denunció que “en el municipio de Chiapa de Corzo hay carencias, y hay muchos habitantes que no tienen cisternas ni tanques para almacenar el agua. Las pipas se aprovechan de esa carencia en el municipio”, sostuvo, al tiempo que llamó a las autoridades ver el problema y dar una solución “o la forma de apoyar a la gente de bajos recursos”.
El Servicio Meteorológico Nacional señaló que en los primeros meses de 2024 la escasez de agua ha aumentado un 81.87% en toda la República Mexicana, lo cual ha afectado tanto a la población, como a la agricultura, la ganadería y el medio ambiente. Esto debido no sólo al cambio climático, sino también a la deforestación, al consumo irresponsable, la falta de infraestructura eficiente y a la descarga de aguas residuales y otros contaminantes de las industrias que contamina el líquido vital.
En esta situación se encuentran familias enteras de todo el país, la mayoría de comunidades muy pobres, que se ven obligadas a comprar pipas hasta en dos mil pesos, de acuerdo con el extitular de la Conagua, José Luis Luege Tamargo, quien también urgió al Gobierno Federal a emitir una Declaratoria de Desastres Naturales en todo el territorio nacional.
El experto sentenció que la sequía extrema pone en riesgo la vida de millones de mexicanos luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador desapareciera el Fonden y con ello redujera más del 70 por ciento los recursos para infraestructura hídrica. “López Obrador toma el recurso del Fonden y lo tira en un barril sin fondo que se llama Tren Maya y desaparece cerca de 100 mil millones de pesos, por lo que es un crimen contra los mexicanos que quedan desprotegidos ante el desastre natural que aun cuando no se ha declarado, se está viviendo… Lo que el Gobierno Federal ha hecho es verdaderamente grave, porque redujo más del 70 por ciento el recurso para infraestructura hídrica”.
Por su parte, la Jefa del Área de Crecimiento Económico y Medio Ambiente de la UNAM, Fabiola Sosa, explicó que la crisis de agua no es nueva, ya que tan sólo en los últimos 10 años la cuenca del Valle de México, que abarca el estado de México, Hidalgo, Tlaxcala y la Ciudad de México, han sufrido la falta del vital líquido en los últimos 10 años, sin embargo, la situación se ha agravado, lo que se evidencia en el hecho de que en 2023 “el 74% del territorio nacional presentaba evidencias de sequía, mientras en la cuenca de México el 100% presentaba evidencia de sequía”.
En ese sentido, señaló varios escenarios en el mediano plazo: “se esperan reducciones de 21% de la disponibilidad del agua promedio en el país, en particular de la Cuenca de México el porcentaje es mayor, con el 33%, lo que significa menos agua para más mexicanos, potenciales conflictos, impactos en la salud, en los ecosistemas y en los procesos de producción”, por lo que urgió a las autoridades implementar las acciones necesarias para hacerles frente, “pero en carácter de urgente, no podemos esperar más”.