Con el fin de renovar vías, sistemas electromecánicos, de comunicación e, incluso, de trenes, 10 estaciones de la Línea 1 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, de la Ciudad de México (CDMX), permanecieron cerradas por más de un año. Usuarios alertaron que, pese a la rehabilitación, el servicio de esta línea sigue siendo malo.
Usuarios de las redes sociales, como X, expresaron su molestia por los retrasos de los trenes de la también llamada Línea rosa: “Línea 1, ocho minutos y no llega el tren, el andén está lleno a todo lo ancho”, “La renovación de la Línea 1 es un claro reflejo de lo que ha sido Morena gobernando. Vienen a aparentar que todo está bien, pero realmente está todo peor que antes”, expresaron.
Con respecto a los retrasos, Víctor Alvarado, encargado de Movilidad Eficiente en El Poder del Consumidor, justificó el mal funcionamiento de la línea afirmando que no se puede esperar que dicha línea funcione al 100 por ciento tras el término de la primera parte de la rehabilitación general, porque es “un proceso complejo”. La situación la comparó con una intervención quirúrgica: “después de la operación, no estarás al 100 por ciento, lleva un proceso gradual de mejora”.
Sobre la inversión, fueron 37 mil millones de pesos por renovar la obra, de acuerdo con el Gobierno de la CDMX. Cabe mencionar que la Línea 1 se inauguró en 1969, lo que la convierte en el sistema de ferrocarril metropolitano más antiguo de todo el país.
Línea 7 también presenta problemas
Esta mañana, trenes de la línea 7 registraron retrasos de hasta 10 minutos, especialmente en las estaciones comprendidas de Barranca del Muerto a El Rosario.
Según el reporte del STC Metro, el tiempo de espera entre cada convoy es de 5 minutos, pero los usuarios aseguran que es más tiempo.
Uno de los comentarios en X dice: “¿Ahora qué, MetroCDMX? Íbamos bien en la Línea 7 y ya llevamos 10 minutos en Polanco”.
Con una extensión de aproximadamente 23 kilómetros, la línea 7 se posiciona como una de las más importantes del sistema de transporte público, porque conecta zonas de oficinas, áreas residenciales, comerciales y culturales de la ciudad.