Ante un gobierno omiso para contener acciones criminales, líderes religiosos de Guerrero emprendieron negociaciones con el narcotráfico, con el fin de mitigar la escalada de violencia que prevalece en dicha entidad gobernada por Evelyn Salgado, del partido del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

En el municipio de Chilpancingo, gobernado también por un miembro de Morena, Otilia Hernández, los sacerdotes y obispos establecieron un acuerdo con representantes del crimen organizado para pacificar la zona; y a pesar de que el consenso no se extenderá al resto del estado, sí se mantuvo abierta la posibilidad de futuras negociaciones.

Al referirse a los grupos criminales que se negaron a decretar una tregua en todo el estado, el prelado José de Jesús González comentó: “Los territorios no se ceden fácilmente. Ha habido pérdidas de vidas, esfuerzos, supuestas adquisiciones, y no están dispuestos a abandonarlos".

Por su parte, el Obispo emérito Salvador Rangel aseguró que seguirán las gestiones para alcanzar un acuerdo de paz con los grupos delictivos: "persistiremos en nuestros esfuerzos para negociar una tregua y restablecer la paz en Guerrero, donde ciudades como Taxco, Chilpancingo y Acapulco están siendo consumidas por la violencia".

Tanto el sacerdote Filiberto Velázquez como el director del Centro de Derechos de las Víctimas de Violencia Minerva Bello, señalaron que el pacto de paz se logró con los Los Tlacos y Los Ardillos, quienes se disputan el control en la ciudad; esto permitió que se reanudara el transporte público sin condiciones adicionales, luego de que transportistas de mil 600 unidades suspendieron el servicio durante 10 días.

El Obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González, reveló que mantuvo conversaciones con los líderes criminales en las regiones de Tierra Caliente y la Sierra, donde La Familia Michoacana y el Cártel Jalisco tienen influencia; sin embargo, no lograron establecer un pacto estatal debido a que no se pusieron de acuerdo en el reparto de los territorios que disputan.

A su vez, criticó la negativa del gobierno a entablar diálogo con los grupos delictivos para lograr la pacificación de Guerrero: "tiene los recursos y la capacidad para negociar con ellos, pero parece que nos han dejado solos en este esfuerzo".