“Se debe declarar una crisis hídrica, porque estamos como si nada sucediera, las medidas de reducción podrán ayudar sólo por un tiempo; pero, resulta insuficiente para el problema que se avecina con una sequía más severa y aguda”, así expuso el director del Fondo Procuenca, Sandro Cusi, la necesidad de actuar ante la disminución del vital líquido.
Por otro lado, el exdirector del Sistema Cutzamala, Antonio Gutiérrez Marcos, quien aseguró que se requiere una declaratoria por sequía extrema, a fin de contar con recursos extraordinarios que permitan la perforación de más pozos.
“Se deben pedir más recursos para que la Ciudad de México y municipios (del Estado de México) puedan invertir en la perforación de más pozos; técnicamente es posible solventar en alguna medida la crisis que se viene; apenas estamos comenzando con una elevación de temperaturas; pero, en cuanto tengamos las temperaturas máximas otra vez, marzo y abril, vamos a tener una crisis muy grave”, manifestó.
Ambos expertos urgieron al Gobierno Federal, que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, la declaración de una alerta hídrica para las 12 alcaldías de la Ciudad de México y 16 municipios del Estado de México que reciben agua del Sistema Cutzamala, debido a que las presas que lo abastecen (Miguel Alemán, Villa Victoria y El Bosque) se encuentran en niveles muy bajos de almacenamiento.
Según información proporcionada por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), las presas Miguel Alemán, Villa Victoria y El Bosque son responsables de suministrar el 26 por ciento del agua potable consumida por una población estimada en nueve millones de habitantes en la Ciudad de México y su zona conurbada. Sin embargo, estas presas enfrentan una situación crítica debido a la escasez de lluvias, lo que ha generado una emergencia en el abastecimiento de agua.
El nivel actual de la presa Miguel Alemán en Valle de Bravo se sitúa a mil 800 metros sobre el nivel del mar, registrando un descenso de 17 metros con respecto a su capacidad máxima. Desde el año pasado, su almacenamiento ha disminuido considerablemente, alcanzando apenas 130 millones de metros cúbicos, en marcado contraste con los 337 millones que poseía en febrero de 2022, según datos de la Conagua.
La crítica escasez de agua ha llevado a que CONAGUA implemente medidas de restricción, reduciendo el suministro del líquido en 800 litros por segundo. Esta situación ha provocado la suspensión del servicio en numerosas colonias de la Ciudad de México.