Foto: Cuartoscuro

Desde temprana hora de este miércoles cientos de fieles acudieron a la Basílica de Guadalupe, la Catedral Metropolitana y a las iglesias de la Ciudad de México y del interior del país, para la imposición de ceniza.

El padre José de Jesús Aguilar, en la Parroquia de San Cosme y San Damián, enclavada en la colonia San Rafael, alcaldía Cuauhtémoc, sostuvo que las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos del año anterior. La imposición de la ceniza representa la fragilidad humana, la limitación del hombre y lo pasajero de la vida.

“La imposición de ceniza es una costumbre que nos recuerda que algún día vamos a morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo. Nos enseña que todo lo material que tengamos aquí se acaba. En cambio, todo el bien que tengamos en nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad”, señaló el purpurado.

El también Subdirector de Radio y Televisión de la Arquidiócesis de México explicó que algunos libros del Antiguo Testamento mencionan la ceniza como signo de humillación, arrepentimiento y penitencia.

Por otro lado, dijo, en la iglesia en la que está al frente y donde a diario oficia la liturgia, es la única figura de San Valentín. "Las personas colocaban su rostro cerca de la tierra, se ponían ceniza en la cabeza y utilizaban una vestimenta burda", señaló.

Sobre la importancia de la cuaresma, el padre Jesús Aguilar explicó que es un tiempo de preparación para la fiesta de la resurrección de Cristo.

Cabe destacar que por la calle buzos pudo observar que solo personas de la tercera edad, es decir, ancianos y ancianas y muy pocos jóvenes acudieron a los templos a imponerse la ceniza este miércoles.