El estrés excesivo, la competencia, la vida moderna y acelerada que sufren los habitantes de la Zona Metropolitana de Monterrey, está provocando un incremento de las conductas inapropiadas hasta en un 60 por ciento, informó el director de Salud Mental y Adicciones de la Secretaría de Salud de Nuevo León, Juan José Roque Segovia.
Explicó que las riñas entre automovilistas; las peleas callejeras entre adolescentes; los conductores que atropellan intencionalmente a peatones e incluso estudiantes armados, son resultado del estrés fisiológico que experimentan los pobladores y que el sistema nervioso produce para generar adaptabilidad al momento.
El especialista manifestó: “nosotros pensamos que el estrés se ha incrementado más del 50, 60 por ciento, porque nos hemos hecho sumamente competitivos, midiéndolo con base al crecimiento poblacional y a la cantidad de presiones nuevas que hay ahora. Ahorita la mayor parte de la población estamos muy, muy presionados. De cada 10 personas seis están en una situación de mucha presión”.
Se trata, dijo, de una condición sociológica-psicológica que se genera a razón del crecimiento y desarrollo que tiene una población y los retos impuestos a los habitantes. Sucede lo contrario en comunidades pequeñas, aclaró, debido a que, al tener una menor cantidad de pobladores, existe una mayor organización y la forma de vida es más sencilla, por lo que dichos comportamientos de enfado se presentan en menor grado.
Comentó que “la sociedad de Nuevo León, yo creo que desde su creación, la historia del estado es esa, es mucho reto, desde que eres chiquito te están impulsando a que tienes que ser de los mejores, de los buenos, de que si quieres tener una buena posición en la sociedad, tienes que esforzarte, tienes que trabajar, no te lo van a dar gratis, tienes que competir, niños que desde el kínder ya andan presentando exámenes de admisión”.
Ante ello, puntualizó que los individuos no controlan sus impulsos de violencia en una edad determinada, sino que se aprende a lo largo de la vida mediante intentos mentales, desde el nacimiento hasta la muerte.
“Si alguien se da cuenta que es muy agresivo en su trato, puede hacer un intento mental de comenzar a controlarse, y eso es regularmente lo que hacemos, muchas veces lo hacemos por los resultados que vemos, si vemos que nos metemos mucho en líos porque somos muy impulsivos, pues intentamos controlarlos y tarde o temprano lo vamos logrando”, concluyó.