Le queda poco tiempo al gobierno morenista de la Ciudad de México (CDMX) para realizar las promesas que dejó sin cumplir Claudia Sheinbaum al renunciar a la Jefatura de Gobierno para dedicarse a sus actividades de aspirante a la Presidencia de la República.
No fueron pocos ni pequeños los compromisos contraídos que no iba a cumplir, aunque hubiera concluido su gobierno en el plazo establecido legalmente. Como el prometer no es muy difícil ni empobrece, Claudia Sheinbaum, ofreció tantas mejoras, tantas soluciones a otros tantos urgentes problemas de la CDMX, que demostró haber aprendido muy bien las lecciones de su mentor en política y su promotor en la contienda presidencial: apoyo a los damnificados por el sismo de 2017; millonarias inversiones en movilidad para mejorar vialidades y transporte público (Metro, metrobús, trolebuses, cablebús, etc.); erradicar la corrupción en la policía y en la procuraduría; combatir la inseguridad; desaparecer el cuerpo de granaderos… y de una larga lista que enumera el Reporte Especial de esta semana y que traería como resultado una renovación completa de la capital del país. Para estar a la altura del pueblo, Sheinbaum prometió realizar todo esto poniendo manos, corazón ¡y hasta razonamiento!, según su discurso de toma de posesión en 2018.
Pasados cinco años, y habiendo renunciado a su cargo, las promesas de la exJefa de Gobierno quedaron sin realizarse y en manos de su continuador morenista, que tiene poco menos de 10 meses para cumplir la tarea en la que no se avanzó en el tiempo que al frente del gobierno estuvo Sheinbaum quien, aseguran sus críticos (con argumentos), tuvo otras prioridades: la primera de ellas, cumplir su meta de convertirse en la candidata presidencial.
Legisladores de oposición, líderes de partidos, organizaciones civiles y muchos ciudadanos repasan los problemas que Sheinbaum se comprometió a resolver y coinciden en que ninguno de sus compromisos llegó a cumplirse a cabalidad; más todavía, muchos millones de pesos fueron ilegalmente canalizados a actividades electorales en lugar de destinarse a resolver problemas de interés colectivo; probablemente este tipo de política es la que aplicaría la doctora Sheinbaum de llegar a la Presidencia de la República, puesto que es la que ha venido realizando y no conoce ninguna otra.