Hoy compartimos en este espacio una selección de los poemas escritos desde la prisión política por Antonio Guerrero Rodríguez (Miami, 1958), uno de los Cinco Héroes Cubanos acusados de terrorismo y presos injustamente en Estados Unidos durante muchos años. Habiéndose infiltrado en los grupos terroristas de la mafia anticubana, auspiciados por los gobiernos gringos y dedicados a organizar atentados contra el gobierno revolucionario de La Isla, Tony Guerrero contribuyó a proteger la vida y los bienes de sus compatriotas. Fue detenido en 1998, se enfrentó, junto a sus compañeros, a un proceso viciado y parcial en beneficio de los intereses del imperialismo, siendo liberado 17 años después, en diciembre de 2014, a lo que contribuyó grandemente el clamor internacional contra esta injusticia. 

En 1974 ingresó a la Unión de Jóvenes Comunistas; en 1983 se graduó como Ingeniero en construcción de Aeródromos en la Unión Soviética y en 1989 se le otorgó la militancia en el Partido Comunista de Cuba; en 2001, estando preso, la Asamblea Nacional del Poder Popular le otorgó el título de Héroe de la República de Cuba y en 2015 le fue conferida la Orden Playa Girón, entre otras distinciones por los servicios prestados a su patria.

En 2004, cuando el imperialismo había dejado caer sobre él varias cadenas perpetuas, la oscuridad de su celda se iluminaba con la aparición de Poemas confidenciales, dedicados a otro poeta revolucionario, Pablo Neruda; en los 32 sonetos que forman el poemario, el verso fluye con elegancia y frescura para denunciar la injusta prisión política, cantar al amor en todas sus manifestaciones y reafirmar su convicción revolucionaria.

 

III

Un día a uno lo encierran de repente,

con noches que sólo sirven al silencio.

Te hacen sentir dolido, traicionado,

extraño, fatigado, ausente.

Te llevan a un lugar sombrío y frío

donde todo es ajeno, inalienablemente,

salones habitados por el odio

en los que el aire es indiferente.

Pero sabes que un día volverán los besos,

la luz se cubrirá de dulce efluvio,

las puertas las cerrarán cadenas

y el calor propagará sobre tu ser su boca

brindándote la eterna primavera.

Contra el amor del bueno no hay quien pueda.

 

El amor a su patria, añorada en los largos años de reclusión, es otro de los ejes temáticos de su poesía; la nostalgia con que recuerda el paisaje y cada aspecto de la vida cotidiana en La Isla no es sino un motivo más para fortalecer su decisión de no ceder ante el enemigo y mantener su “dignidad ilesa” entre cuatro paredes que, no obstante, nunca pudieron aprisionar su espíritu libre.

 

IV

He conservado intacto tu paisaje

en este paso por rasgados rocíos

y a pesar de propuestas de desvíos

no he cambiado mi ruta y mi carruaje.

No he olvidado tus grietas y tus cumbres

ni he apartado tu dignidad ilesa.

Claro que volveré, uno siempre regresa

si el profesado amor no es tan sólo

                              [costumbre.

Y mientras aguardemos el reencuentro

                               [indudable,

sin renunciar a nada de lo que hemos vivido,

sin ceder ni siquiera un segundo al olvido,

estaré con firmeza y pasión entrañable

sustentando el valor y el honor que nos funda,

abrazando tu sueño en mi prisión

                                  [fecunda.

 

VIII

Desde la soledad de mi ventana,

desde esta lenta vida carcelaria

en cada amanecer yo te contemplo,

eterno amor de rebeldía sana.

En cada atardecer eres tan alto

como el azul de los techos del cielo.

En cada anochecer como una estrella

te extiendes más allá del firmamento.

Entre cuatro paredes, tercamente,

pretenden enturbiarme la mirada,

restar razón a lo que pienso y digo.

No entienden que el amor vuela sin alas,

rompe los muros, atraviesa el alba

y es la luz que nos baña los sentidos.

 

Revolucionario por sus ideas, por la resistencia ante la crueldad de su carcelero, su poesía está llena de esa novedad, de ese poderoso aliento que renueva la lengua española y que, partiendo del pasado, traza una línea infinita hacia el futuro, como en este soneto de inconfundible sabor quevediano:

 

XVII

Aquello fue seguro, peligroso,

áspero, tierno, tímido, atrevido,

vivaz, mortal, liberal, escondido,

complaciente, indeciso, receloso,

alentador, romántico, furioso,

alegre, triste, poco, desmedido,

traicionero, leal, grato, aburrido,

perturbador, calmado, sigiloso,

fue bajar al infierno desde el cielo,

fue beber un veneno como un vino,

fue cambiar el provecho por desvelo

y se fue haciendo tarde sin anuncio,

sin Luna, sin augurios, sin destino,

pero aquello fue amor y no renuncio.