De acuerdo con la Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria y Nutrición (IPC), más de dos millones de palestinos están expuestos a altos niveles de inseguridad alimentaria aguda, esto debido a los bombardeos y el asedio de Israel y Estados Unidos.

La IPC reporta que desde el pasado 7 de octubre han disminuido drásticamente los suministros vitales en Gaza, aunque cabe recordar que el bloqueo parcial impuesto por Estados Unidos, a través de Israel, contra el pueblo palestino, lleva alrededor de 17 años.

Al respecto, el jefe de ayuda de emergencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Martin Griffiths, informó que de los 400 mil habitantes de Gaza, la gran mayoría se encuentra en una situación de hambruna, debido a que “Israel destruyó el sistema alimentario de Gaza y utiliza los alimentos como arma contra el pueblo palestino”.

Aseguró que la deshidratación y el hambre se han convertido en una amenaza más para los habitantes de Gaza, quienes han estado expuestos a desplazamientos masivos, enfermedades mortales, y a bombardeos por parte de Israel a vecindarios y hospitales, muchos de éstos destrozados. 

La ONU manifestó que “el bloqueo de Israel y las restricciones a la entrega de ayuda significan que las existencias están muy bajas, lo que eleva los precios y hace que los alimentos sean inaccesibles para la población de Gaza. La escasez es aún peor en las zonas norte del enclave, donde Israel concentró su ofensiva militar en los primeros días (del genocidio israelí). Los cortes de comunicación dificultan los esfuerzos por informar sobre el hambre y la deshidratación en la región”.

 

El hambre los corroe

A sus 38 años de edad, Hanadi Gamal Saed El Jamara, manifiesta que “dormir es lo único que puede distraer a sus hijos del hambre que padecen y que les corroe el estómago”.

Al igual que ella, miles de familias palestinas pasan el día mendigando comida en el sur de Gaza: “están débiles, siempre tienen diarrea, sus caras están amarillas; mi hija de 17 años me dice que siente mareos, mi marido, quien tiene cáncer y diabetes, no está comiendo”.

Los días son iguales para el fisioterapeuta desplazado a Rafah y padre de tres menores, Mohammed Hamouda, quien confesó que para sobrevivir se han visto en la necesidad de “Comer pasto y beber agua contaminada".

Por su parte, el Ministerio de Salud encabezado por Hamas, reportó que, desde el 7 de octubre pasado, los ataques de Israel contra el pueblo palestino han costado la vida a 26 mil 637 personas y han herido a 65 mil 387 más.