En sólo 10 minutos, miembros del Ejército israelí se mataron a tres palestinos que se encontraban dentro del hospital Ibn Sina, en Cisjordania, Yenin. Para lograr este crimen los atacantes se hicieron pasar por enfermos, portando barbas postizas y vistiendo ropas tradicionales femeninas islámicas.

Los muertos por los israelíes fueron Mohammed Jalamneh, integrante del grupo de Defensa de Palestina, Mohammed Ghazawi, del grupo de Defensa de Yenín, y su hermano Basel Ghazawi, miembro de la organización Yihad Islámica.

Sin aportar pruebas de sus dichos, el Ejército israelí aseguró que los palestinos usaban el hospital como escondite.

El Ministerio de Salud Palestino condenó los ataques y solicitó la intervención de la comunidad internacional para presionar a Israel de que detenga las agresiones en las instalaciones médicas.

 

 

“Mohamed creció con una infancia llena de aspiraciones de vivir en su país libre”, afirmó el padre de uno de los fallecidos, “desgraciadamente a medida que fue creciendo se dio cuenta de que la ocupación estaba dañando la tierra y negando a la infancia sus legítimos derechos”, sostuvo durante los funerales de los asesinados.