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Filosofía
Utopía y actualidad
A veces se considera que el pensamiento utópico no nos dice nada sobre nuestro mundo, pero si lo miramos con más atención, podemos ver ciertos aspectos útiles para nuestro presente.


A veces se considera que el pensamiento utópico no nos dice nada sobre nuestro mundo, pero si lo miramos con más atención, podemos ver ciertos aspectos útiles para nuestro presente. Para demostrarlo, consideraremos el pensamiento de Charles Fourier, quien escribió algunos textos sobre su proyecto de sociedad orientado a alcanzar el bienestar común.

En sus textos políticos podemos ver que el proyecto de futuro no es sólo una serie de buenos deseos. Aunque existen particularidades específicas que pueden cuestionarse, la propuesta de una sociedad ideal se basa en una crítica del presente. Hay muchas ideas de Fourier, quien vivió a finales del Siglo XVIII y principios del XIX, que hoy son importantes; algunas de esas ideas fueron retomadas por otros pensadores posteriores a él.

Hablando de la contradicción de nuestro mundo, Fourier dice: “Esto es fruto de los sistemas del industrialismo, que sirven para enriquecer a las finanzas, a las grandes empresas y a los grandes propietarios, y no dejan al pueblo más que hambre y desnudez como salario de un trabajo esclavo que a menudo se realiza en talleres donde los hombres están encerrados dieciocho horas al día (1971)”. Fourier, quien buscaba encontrar el origen de los problemas en la base económica, puso de relieve la importancia de las contradicciones económicas para comprender la lógica de la sociedad en su conjunto. Para él, uno de los problemas más importantes de nuestro mundo es la lógica económica que genera riqueza, pero sólo a costa de la pobreza de la mayoría.

Podemos comparar la cita anterior con esta otra escrita por Marx, quien redactó su crítica al capitalismo siguiendo a Fourier: “en la misma medida en que se desarrolla la burguesía, es decir, el capital, se desarrolla el proletariado, la clase obrera moderna, una clase de trabajadores que sólo vive mientras encuentra trabajo y que sólo encuentra trabajo mientras su trabajo aumenta el capital. Estos trabajadores, que deben venderse por partes, son una mercancía, como cualquier otro artículo de comercio y, por consiguiente, están expuestos a todas las vicisitudes de la competencia, a todas las fluctuaciones del mercado (1888)”. Las similitudes entre estos dos escritores son evidentes.

Todo pensamiento está conectado con su presente y es difícil pensar en una idea completamente desconectada de la realidad. Cuando hablamos de teorías sociales, podemos decir que hay algunos diagnósticos más realistas que otros, pero toda teoría es producto de la vida cotidiana del pensador y de su época. En el caso de Fourier, vemos que no pensaba fuera de los problemas de su mundo. Vivió en condiciones en las que se estaba desarrollando el sistema de producción capitalista y, en particular, durante una crisis económica, que tuvo lugar en 1826, e intentó buscar respuestas a los problemas de su época.

Por esa razón es importante analizar a cada pensador en su época. Debemos reconsiderar cuidadosamente cada idea de nuestro pasado y no descartarla sólo porque sea una idea del pasado. Con Fourier, podemos ver que las preocupaciones de los pensadores están relacionadas con los problemas de su época. Si las soluciones a esos problemas se ajustan a su época, es algo que sólo la práctica puede dictar; y si la solución es insuficiente, debemos estar seguros de que los pensadores de nuestra época harán todo lo posible por encontrar la solución que se adapte a nuestro presente. 


Escrito por Alan Luna

@m_alunamojica. Maestro en filosofía por la Universidad Autónoma Metropolitana. Sus líneas de investigación son filosofía política, estética, teoría crítica y materialismo dialéctico.


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